El peneca Zig Zag nº 1833





El peneca Zig Zag nº 1833.
Cortesía del señor Elías Luna.
Santiago de Chile, 29 de Enero de 1944.

La búsqueda de un estilo propio. Entre el énfasis y la naturalidad.
En el peneca no hay imitación de la vida, sino creación, ya que en ningún momento se abandona la forma imaginativa, siempre está presente. El escritor de El peneca toma como elemento narrativo un lenguaje natural, tierno, pero no vulgar. No cae en el exceso, en la grandilocuencia, no copia el verbo de las tabernas, ni la pedantería de los palacios. En el Realismo de siglos anteriores, los personajes de esas obras hablan en escena exactamente lo mismo que hablarían fuera de ella; no tienen aspiraciones ni en el alma ni en las letras; están calcados de la vida y reproducen su vulgaridad hasta en los menores detalles; tienen el tipo, las maneras, el traje y el acento de la gente real; pasarían inadvertidos en un vagón de tercera clase.., ¡Y que aburridas son esas obras! No logran siquiera producir esa impresión de realidad a la que tienden y que constituye su única razón de ser. Como método, el realismo es un completo fracaso. El peneca, en conclusión, no tiene espíritu imitativo, todo fluye, claro, limpio ; agua fresca de la montaña, de los Andes.
No hay escritor o guionista que no haya bebido para su inspiración en las fuentes de la historia, de los mitos, de las leyendas. El problema es cómo contarlo : utilizando un lenguaje desgarrado, cargado, exagerado, o bien de una forma natural, real, fría, indolente.
Entre el barroquismo y la vulgaridad hay un término medio ,difícil de encontrar. Eso lo ha conseguido El peneca. La historia, la literatura , el arte tienen como fin mostrar una belleza compleja, modificada en la forma, ya que el tema, el argumento siempre permanece como columna vertebral que sostiene el cuerpo de la obra literaria. Así es, tras la carne, está el hueso del melocotón. Este es hermoso por fuera, variado en colores y aromas.
El fin u objetivo no es tomar la simple verdad, sino la belleza compleja. Es la realidad cotidiana vestida con algo que olvidamos : el estilo. “ Le style, c´est l´homme” Esto es completamente cierto. El alma del escritor es un énfasis de su propia realidad ante el mundo. Si destruimos la forma, desterramos y enterramos la imaginación, la fantasía, y por tanto , el estilo. Pero si nos vamos al otro extremo, si distorsionamos la realidad cargándola de barroquismo, ornamentación en las palabras, ostentación , entonces caemos en lo que muchos grandes escritores hicieron. Hasta en el mismo Shakespeare , en sus últimas obras. podemos ver todo esto. Se observa en él una dislocación de verso libre en sus escritos , en el predominio de la prosa y en la excesiva importancia concedida a la personificación. Los numerosos pasajes de Shakespeare en que el lenguaje es barroco, vulgar, exagerado, extravagante, hasta obsceno. No era su alma quien hablaba, sino la vida exterior que buscaba un eco a su propia voz. Shakespeare está lejos de ser un artista perfecto. Le agrada demasiado inspirarse directamente en lo que ve y oye en la calle, copia de la vida su lenguaje corriente. Se olvida de que el arte se pierde cuando se abandona el instrumento de la fantasía. Goethe dice en alguna parte: "Trabajando en los límites es como se revela el maestro". Y la limitación, la condición misma de todo arte, es el estilo.

Muchas gracias, Elías Luna
Adaptación de Hasieran para El peneca en base a un texto de Oscar Wilde .

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